Una lucha contra lo correcto e incorrecto
Hace unos años más de un millón de venezolanos huyeron de su país, actualmente muchos de ellos permanecen sin ningún tipo de documentación o autorización para permanecer regularmente en los países cercanos a los que emigraron, y por ello no poseen el acceso formal a derechos y servicios básicos. Esto hace que sean particularmente vulnerables a la explotación laboral y sexual, el tráfico de personas, la violencia, la discriminación y la xenofobia.
La mayoría de los refugiados y emigrantes de Venezuela que llegan a Bogotá son familias con hijos, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad. Son frecuentemente obligados a tomar viajes irregulares para alcanzar la seguridad, y durante esto pueden ser víctimas de traficantes, tratantes y grupos armados irregulares.